domingo, 20 de julio de 2025

Cómo superar el trauma emocional para conseguir liberación emocional y sentir paz

Superar un trauma emocional no significa olvidarlo o borrarlo de nuestra historia, sino integrarlo con amor y comprensión para que deje de gobernar nuestra vida desde la sombra. El primer paso es reconocer lo que se siente sin negarlo ni minimizarlo: permitir que la tristeza, la rabia, el miedo o la culpa se expresen de manera sana. Esta aceptación profunda abre la puerta a la liberación emocional, porque deja de haber lucha interna. Luego, es necesario darle un nuevo significado a la experiencia, comprendiendo que, aunque dolorosa, trajo enseñanzas y fortaleció aspectos de nuestra alma. Se trata de fluir con lo que fue, sin aferrarse al pasado ni desear que las cosas hubieran sido diferentes, porque cada acontecimiento forma parte de un plan mayor que, aunque no siempre lo entendamos, nos guía hacia más conciencia. La paz llega cuando vivimos cada momento sin expectativa, cuando dejamos de exigirnos sanar rápido o de querer controlar el proceso. Simplemente sentimos lo que hay, respiramos y nos entregamos a la certeza de que existe una orquestación divina que sostiene nuestra vida con amor. En este fluir, no se trata de hacer más, sino de permitirnos ser, de confiar, agradecer y soltar el peso del control. Así, el trauma deja de ser una herida abierta para convertirse en un portal de transformación que nos conecta con nuestra verdadera esencia. Aquí tienes dos ejercicios terapéuticos completos, paso a paso, diseñados para superar el trauma emocional, liberar la carga interna y experimentar paz profunda. Ejercicio 1: El Viaje a la Memoria para Liberar la Carga Emocional ✨ Objetivo: Reconocer, abrazar y soltar la emoción atrapada en un trauma, sin reprimirla ni dejar que gobierne tu vida. ✅ Duración: 15 a 20 minutos ✅ Mejor momento: Cuando puedas estar en un espacio tranquilo y sin interrupciones ⸻ Paso a paso 1. Prepara tu espacio Siéntate o recuéstate en un lugar cómodo. Puedes encender una vela o poner música suave. Cierra los ojos y haz tres respiraciones profundas, inhalando calma y exhalando tensión. 2. Conecta con la emoción Lleva tu atención al corazón y pregúntate en silencio: ¿Qué emoción está más presente en mí ahora? No la analices, solo siente dónde está en tu cuerpo (en el pecho, el estómago, la garganta, etc.). 3. Visualiza la escena con amor Imagina que estás mirando el momento de tu trauma desde afuera, como si fueras un observador compasivo. No revivas el dolor, solo obsérvalo. Dite a ti mismo: “Esto pasó, y ahora estoy a salvo. Yo no soy este dolor, solo lo estoy viendo.” 4. Abraza tu versión herida Visualiza a tu “yo” del pasado en esa escena, mirándote con tristeza o miedo. Acércate y abrázalo con ternura. Dile: “Gracias por resistir, gracias por sobrevivir. Ahora yo estoy aquí para ti.” 5. Suelta la carga al universo Imagina que toda la emoción atrapada se convierte en luz y sube al cielo, al agua o al fuego (elige el elemento que más sientas). Entrega esa carga diciendo en voz alta o mentalmente: “Libero este dolor. Lo devuelvo a la vida para que se transforme en aprendizaje y luz.” 6. Cierra con gratitud Vuelve a respirar profundo y siente tu cuerpo más ligero. Termina repitiendo tres veces: “Estoy en paz. Estoy a salvo. Estoy en el presente.” ⸻ Ejercicio 2: Fluir con la Orquestación Divina y Entregar el Control ✨ Objetivo: Aprender a soltar la necesidad de controlar, aceptar lo que es y abrirte a la confianza en la vida. ✅ Duración: 10 a 15 minutos ✅ Mejor momento: Al despertar o antes de dormir ⸻ Paso a paso 1. Respira para estar presente Coloca tus manos sobre tu pecho y haz cinco respiraciones profundas, sintiendo cómo tu cuerpo se relaja y tu mente se aquieta. 2. Afirma la aceptación Repite en voz baja: “Acepto este momento tal como es. No necesito cambiar nada, no necesito entenderlo todo.” 3. Imagina el río de la vida Visualiza que estás en la orilla de un río cristalino. Cada pensamiento, emoción o recuerdo es una hoja que pasa flotando. Solo míralas irse, sin detenerlas ni empujarlas. Deja que fluyan. 4. Entrega tus cargas Toma mentalmente cualquier preocupación, dolor o recuerdo que aún te pesa y deposítalo en el agua. Observa cómo la corriente se lo lleva. Dite a ti mismo: “Entrego lo que no puedo controlar. La vida sabe el camino. Confío.” 5. Conecta con la gratitud Piensa en tres cosas por las que hoy puedes agradecer, aunque sean simples: respirar, estar vivo, haber llegado hasta aquí. Siente la gratitud expandirse en tu pecho. 6. Cierra con una afirmación poderosa Repite tres veces: “Fluyo con la orquestación divina. Todo sucede en el momento perfecto. Yo estoy en paz.” Mensaje final Ambos ejercicios son sencillos pero profundos. No se trata de forzarte a olvidar o de negar lo que sentiste, sino de aceptar, honrar tu historia y permitir que la vida transforme lo que ya no necesitas cargar. Si los practicas con regularidad, notarás más calma interior y una sensación creciente de ligereza y conexión contigo mismo. "De Gira Por el Mundo"! Por ahora en Chile Para Información Sobre Mis Talleres y Charlas, o Eventos, por favor envíame un correo a magsophi@gmail.com Con Amor ♥♥♥ Magdalena Grimaldi.®

No hay comentarios: