viernes, 25 de julio de 2025
✨ El origen del conflicto ✨
✨ El origen del conflicto ✨
El verdadero conflicto no nace de lo que ocurre, sino de lo que creemos que debería estar ocurriendo.
Cuando la mente impone expectativas sobre cómo deberían ser las personas, las situaciones o incluso nosotros mismos, aparece la resistencia. Se lucha contra la realidad, intentando ajustarla a una imagen ideal que solo existe en el pensamiento.
Así, en vez de aceptar lo que es, se rechaza. En vez de observar con neutralidad, se juzga. Y en vez de fluir con la vida, se intenta controlarla.
Aceptar no significa resignarse ni aprobar todo pasivamente. Aceptar es reconocer lo que es, sin maquillarlo ni pelear con ello. Es ver con claridad que cada uno actúa y percibe desde su nivel de conciencia, y que la realidad no tiene que coincidir con nuestras ideas de cómo debería ser.
Cuando hay aceptación, hay paz.
Cuando hay expectativa y resistencia, surge el conflicto.
La libertad comienza cuando dejamos de querer cambiar lo que ya es y elegimos comprenderlo.
"De Gira Por el Mundo"!
Por ahora en Chile
Para Información Sobre Mis Talleres y Charlas, o Eventos, por favor envíame un correo a magsophi@gmail.com
Con Amor ♥♥♥
Magdalena Grimaldi.®
✨ Y llegó el momento…
✨ Y llegó el momento…
Llegó el momento en que me cansé.
El momento en que decidí dejar de esperar que los demás me valoren para sentirme valiosa.
Comprendí que mi esencia no depende de lo que otro piense o espere de mí, sino de lo que verdaderamente soy.
Decir NO no significa que no ame, ni que no esté…
Significa que elijo priorizar mi paz, mi bienestar y mi verdad interior.
Hay momentos en la vida en que es necesario tomar distancia, callar y transitar el camino en silencio.
Porque el verdadero reencuentro con uno mismo ocurre cuando una situación del presente toca una herida del pasado…
Ese dolor que parece infinito se convierte en la oportunidad de mirar hacia adentro y sanar.
Llega un instante en que la opinión de los demás deja de tener el poder de definirte.
Porque entiendes que tu paz vale mucho más que seguir cumpliendo expectativas por miedo a dejar de ser querida.
Y es curioso…
Por más que des, por más que hagas, el día que pones un límite, dejas de ser “buena” para quien solo veía tu entrega.
Pero poner límites no te hace mala, te hace libre y coherente contigo misma.
Cada quien tiene su verdad y sus creencias.
A veces solo se mira desde una única perspectiva y no hay espacio para comprender al otro.
Pero cuando elevamos la mirada, cuando soltamos el ego y subimos un nivel en consciencia, podemos ver con mayor amplitud y ya no tomamos las cosas como algo personal.
Porque lo importante no es agradar.
Lo verdaderamente importante es aprender a amarte, ser fiel a tu esencia y vivir en coherencia entre lo que piensas, sientes, haces y dices.
Solo así se puede vibrar en amor verdadero.
✨ Magdalena Grimaldi
Chile, 25/julio/2025
"De Gira Por el Mundo"!
Por ahora en Chile
Para Información Sobre Mis Talleres y Charlas, o Eventos, por favor envíame un correo a magsophi@gmail.com
Con Amor ♥♥♥
Magdalena Grimaldi.®
jueves, 24 de julio de 2025
Un viaje de regreso a mí
Un viaje de regreso a mí
Me cansé…
Me cansé de esperar, de ceder, de ajustarme una y otra vez a las necesidades de los demás.
Me cansé de complacer, de dar más de lo que tenía, solo para sentirme vista, reconocida, aceptada.
Pero descubrí que, mientras más daba, más invisible me volvía.
Nunca hubo un verdadero reconocimiento, ni gratitud, ni valor por lo que ofrecía desde el corazón.
Hoy comprendo que estaba atrapada en el arquetipo del dador, del héroe complaciente, movida por un miedo profundo: miedo al abandono, a no ser amada, a perder a quienes quería.
Sin embargo, atravesar este dolor ha sido revelador.
La distancia que los demás eligieron se transformó en un llamado de mi alma para regresar a mí. Fue el toque a fondo que necesitaba para escucharme, para entender que no debo interpretar roles para merecer amor.
Ahora estoy iniciando un viaje de vuelta a mi propio ser.
Me reconozco como persona y como espíritu completo, sin depender de lo que los demás piensen, digan o hagan.
Hoy me elijo.
Hoy me completo conmigo misma.
Aunque estuve perdida, hoy veo la luz al final del túnel.
Comprendo que cada paso, incluso el doloroso, era necesario para reencontrarme con mi verdadera esencia.
Gracias, gracias, gracias.
✨ “¿Cuántas veces te has perdido en los demás para sentirte amado?
Tal vez también sea tiempo de regresar a ti…”
Magdalena Grimaldi, Coach y Terapeuta de Vida
"De Gira Por el Mundo"!
Por ahora en Chile
Para Información Sobre Mis Talleres y Charlas, o Eventos, por favor envíame un correo a magsophi@gmail.com
Con Amor ♥♥♥
Magdalena Grimaldi.®
domingo, 20 de julio de 2025
✨ Fluir sin forzar: el arte de dejar que la vida te encuentre
Fluir con la vida no es quedarse de brazos cruzados esperando que todo suceda mágicamente, tampoco es correr detrás de lo que no está disponible o insistir en personas que no están listas para ti. Fluir es encontrar el equilibrio perfecto entre accionar con intención y soltar el resultado, confiando en que todo llega en el momento adecuado.
Cuando dejas de forzar situaciones y permites que lo que es para ti se acerque de forma natural, tu energía se aligera. Dejas de perseguir respuestas, de buscar validación y de desgastarte intentando controlar lo que nunca estuvo en tus manos. Descubres que el verdadero poder está en estar disponible para recibir, sin apego, sin urgencia, sin expectativas rígidas.
El que necesite hablar contigo te buscará. El vínculo que deba permanecer se mantendrá. Y lo que se aleje simplemente ya cumplió su propósito en tu vida. Nada ni nadie que sea para ti necesitará ser forzado.
Fluir es confiar. Es moverte cuando tu corazón te lo pide y permanecer en calma cuando la vida te invita a esperar. Es agradecer cada experiencia, incluso las que no entiendes todavía, porque sabes que hay una sabiduría mayor guiando cada paso.
💫 Hoy suelta el control, suelta la prisa y recuerda: lo que está destinado para ti, te encontrará sin esfuerzo.
"De Gira Por el Mundo"!
Por ahora en Chile
Para Información Sobre Mis Talleres y Charlas, o Eventos, por favor envíame un correo a magsophi@gmail.com
Con Amor ♥♥♥
Magdalena Grimaldi.®
Ser víctima vs. victimizarse: entender la diferencia para recuperar tu poder personal
Vamos a profundizar en la diferencia entre ser víctima y victimizarse, porque aunque parecen similares, tienen matices muy distintos que marcan la forma en que vivimos nuestras experiencias y cómo nos relacionamos con ellas.
⸻
✅ 1. Ser víctima: un hecho objetivo
Ser víctima significa haber vivido una situación real de daño, injusticia o vulneración, ya sea física, emocional, psicológica o social. Es una condición que se da en un momento puntual:
• Ejemplos:
• Ser víctima de un accidente.
• Sufrir maltrato, abuso o traición.
• Vivir un desastre natural, una estafa o una agresión.
En estos casos, ser víctima no es una actitud, sino una realidad concreta. Reconocerlo es necesario porque permite validar el dolor, buscar ayuda, recibir justicia y sanar.
Ser víctima en un momento dado no define toda tu identidad, sino una circunstancia vivida. Puedes atravesar esa experiencia y, con apoyo, integrar lo sucedido para seguir adelante.
⸻
✅ 2. Victimizarse: una actitud mental y emocional
Victimizarse, en cambio, es permanecer atrapado en la narrativa del dolor, incluso cuando el hecho ya pasó o las circunstancias cambiaron. Es revivir constantemente el sufrimiento, usando la historia como justificación para no avanzar, responsabilizando siempre a otros o a la vida misma por lo que uno siente.
• Ejemplos:
• Repetir: “Todo me pasa a mí, nadie me ayuda, siempre me hacen daño”.
• Usar el dolor como excusa para no asumir responsabilidad sobre el presente.
• Buscar inconscientemente compasión o atención a través del relato del sufrimiento.
Victimizarse es quedarse en el rol del que sufre, alimentando resentimiento, impotencia o culpa, y dejando de ver las posibilidades de cambio y transformación.
⸻
✨ La gran diferencia clave
• Ser víctima es inevitable en algún momento de la vida. Todos atravesamos experiencias de dolor. Reconocerlo es sano y necesario.
• Victimizarse es seguir atado a ese rol mucho después de que el hecho ocurrió, impidiendo avanzar y responsabilizándose de su propia vida.
En otras palabras: no eliges ser víctima, pero sí eliges permanecer en la victimización.
⸻
✅ Cómo salir de la victimización sin negar lo vivido
1. Reconocer el hecho y validar el dolor: No se trata de minimizar lo ocurrido, sino de permitirte sentirlo y procesarlo.
2. Diferenciar lo que pasó de quién eres: Lo que viviste no define tu esencia, solo forma parte de tu historia.
3. Asumir responsabilidad por el presente: Aunque no fuiste responsable de lo que te hicieron, sí eres responsable de lo que haces ahora con eso.
4. Transformar la herida en aprendizaje: Preguntarte “¿Qué puedo aprender de esto? ¿Cómo puedo usar esta experiencia para crecer?”
5. Recuperar el poder personal: Dejar de esperar que el exterior cambie y comenzar a construir desde dentro.
🌸 Frase integradora
“No puedo cambiar lo que pasó, pero puedo elegir qué significado le doy y cómo vivir a partir de ahora. Lo que un día fue mi dolor, hoy puede ser mi fuerza.”
🌿 Ejercicio de reflexión: ¿Estoy siendo víctima o me estoy victimizando?
1. Busca un espacio tranquilo
Siéntate en silencio, con un cuaderno o una hoja. Respira profundo tres veces para calmar tu mente.
2. Escribe la situación que te duele o que recuerdas con frecuencia
Ejemplo: “Cuando me traicionaron, cuando me dejaron, cuando sufrí tal injusticia…”
3. Pregúntate con honestidad:
• ¿Esto sigue ocurriendo ahora o solo está en mi memoria?
• ¿Qué parte de esta experiencia ya no puedo cambiar?
• ¿Qué parte sí depende de mí sanar o transformar?
4. Identifica si sigues en el rol de víctima
Observa si te descubres diciendo frases como: “Siempre me hacen esto”, “nadie me entiende”, “no puedo porque ellos…”. Si aparecen, respira y reconoce: “Esto es mi mente repitiendo la historia. Ya pasó.”
5. Escribe un nuevo enfoque
Anota una frase que te devuelva tu poder, como:
“Esto me dolió, pero ya no define mi presente. Hoy elijo avanzar desde mi fuerza y no desde mi herida.”
6. Cierra con una afirmación
Pon la mano en tu pecho y di:
“Yo honro lo que viví, suelto lo que ya no me pertenece y tomo la fuerza para seguir en paz.”
"De Gira Por el Mundo"!
Por ahora en Chile
Para Información Sobre Mis Talleres y Charlas, o Eventos, por favor envíame un correo a magsophi@gmail.com
Con Amor ♥♥♥
Magdalena Grimaldi.®
Cómo superar el trauma emocional para conseguir liberación emocional y sentir paz
Superar un trauma emocional no significa olvidarlo o borrarlo de nuestra historia, sino integrarlo con amor y comprensión para que deje de gobernar nuestra vida desde la sombra. El primer paso es reconocer lo que se siente sin negarlo ni minimizarlo: permitir que la tristeza, la rabia, el miedo o la culpa se expresen de manera sana. Esta aceptación profunda abre la puerta a la liberación emocional, porque deja de haber lucha interna. Luego, es necesario darle un nuevo significado a la experiencia, comprendiendo que, aunque dolorosa, trajo enseñanzas y fortaleció aspectos de nuestra alma. Se trata de fluir con lo que fue, sin aferrarse al pasado ni desear que las cosas hubieran sido diferentes, porque cada acontecimiento forma parte de un plan mayor que, aunque no siempre lo entendamos, nos guía hacia más conciencia.
La paz llega cuando vivimos cada momento sin expectativa, cuando dejamos de exigirnos sanar rápido o de querer controlar el proceso. Simplemente sentimos lo que hay, respiramos y nos entregamos a la certeza de que existe una orquestación divina que sostiene nuestra vida con amor. En este fluir, no se trata de hacer más, sino de permitirnos ser, de confiar, agradecer y soltar el peso del control. Así, el trauma deja de ser una herida abierta para convertirse en un portal de transformación que nos conecta con nuestra verdadera esencia.
Aquí tienes dos ejercicios terapéuticos completos, paso a paso, diseñados para superar el trauma emocional, liberar la carga interna y experimentar paz profunda.
Ejercicio 1: El Viaje a la Memoria para Liberar la Carga Emocional
✨ Objetivo:
Reconocer, abrazar y soltar la emoción atrapada en un trauma, sin reprimirla ni dejar que gobierne tu vida.
✅ Duración: 15 a 20 minutos
✅ Mejor momento: Cuando puedas estar en un espacio tranquilo y sin interrupciones
⸻
Paso a paso
1. Prepara tu espacio
Siéntate o recuéstate en un lugar cómodo. Puedes encender una vela o poner música suave. Cierra los ojos y haz tres respiraciones profundas, inhalando calma y exhalando tensión.
2. Conecta con la emoción
Lleva tu atención al corazón y pregúntate en silencio:
¿Qué emoción está más presente en mí ahora?
No la analices, solo siente dónde está en tu cuerpo (en el pecho, el estómago, la garganta, etc.).
3. Visualiza la escena con amor
Imagina que estás mirando el momento de tu trauma desde afuera, como si fueras un observador compasivo. No revivas el dolor, solo obsérvalo. Dite a ti mismo:
“Esto pasó, y ahora estoy a salvo. Yo no soy este dolor, solo lo estoy viendo.”
4. Abraza tu versión herida
Visualiza a tu “yo” del pasado en esa escena, mirándote con tristeza o miedo. Acércate y abrázalo con ternura. Dile:
“Gracias por resistir, gracias por sobrevivir. Ahora yo estoy aquí para ti.”
5. Suelta la carga al universo
Imagina que toda la emoción atrapada se convierte en luz y sube al cielo, al agua o al fuego (elige el elemento que más sientas). Entrega esa carga diciendo en voz alta o mentalmente:
“Libero este dolor. Lo devuelvo a la vida para que se transforme en aprendizaje y luz.”
6. Cierra con gratitud
Vuelve a respirar profundo y siente tu cuerpo más ligero. Termina repitiendo tres veces:
“Estoy en paz. Estoy a salvo. Estoy en el presente.”
⸻
Ejercicio 2: Fluir con la Orquestación Divina y Entregar el Control
✨ Objetivo:
Aprender a soltar la necesidad de controlar, aceptar lo que es y abrirte a la confianza en la vida.
✅ Duración: 10 a 15 minutos
✅ Mejor momento: Al despertar o antes de dormir
⸻
Paso a paso
1. Respira para estar presente
Coloca tus manos sobre tu pecho y haz cinco respiraciones profundas, sintiendo cómo tu cuerpo se relaja y tu mente se aquieta.
2. Afirma la aceptación
Repite en voz baja:
“Acepto este momento tal como es. No necesito cambiar nada, no necesito entenderlo todo.”
3. Imagina el río de la vida
Visualiza que estás en la orilla de un río cristalino. Cada pensamiento, emoción o recuerdo es una hoja que pasa flotando. Solo míralas irse, sin detenerlas ni empujarlas. Deja que fluyan.
4. Entrega tus cargas
Toma mentalmente cualquier preocupación, dolor o recuerdo que aún te pesa y deposítalo en el agua. Observa cómo la corriente se lo lleva. Dite a ti mismo:
“Entrego lo que no puedo controlar. La vida sabe el camino. Confío.”
5. Conecta con la gratitud
Piensa en tres cosas por las que hoy puedes agradecer, aunque sean simples: respirar, estar vivo, haber llegado hasta aquí. Siente la gratitud expandirse en tu pecho.
6. Cierra con una afirmación poderosa
Repite tres veces:
“Fluyo con la orquestación divina. Todo sucede en el momento perfecto. Yo estoy en paz.”
Mensaje final
Ambos ejercicios son sencillos pero profundos. No se trata de forzarte a olvidar o de negar lo que sentiste, sino de aceptar, honrar tu historia y permitir que la vida transforme lo que ya no necesitas cargar. Si los practicas con regularidad, notarás más calma interior y una sensación creciente de ligereza y conexión contigo mismo.
"De Gira Por el Mundo"!
Por ahora en Chile
Para Información Sobre Mis Talleres y Charlas, o Eventos, por favor envíame un correo a magsophi@gmail.com
Con Amor ♥♥♥
Magdalena Grimaldi.®
Fluir en la Orquestación Divina: La Paz de Aceptar y Soltar
Cuando atravesamos un trauma emocional, nuestro mundo interno se llena de conflictos invisibles que muchas veces se manifiestan como ansiedad, resistencia o una sensación de estar atrapados en lo que fue o en lo que debería ser. La mente busca explicaciones, la emoción quiere desbordarse y el cuerpo guarda memorias que pesan como anclas. Sin embargo, la verdadera liberación emocional no surge de luchar contra lo que sentimos, sino de permitirnos sentirlo todo sin juicio, sin huir, sin aferrarnos. Es aceptar con humildad que lo que ocurrió ya es parte del camino, que no podemos cambiar el pasado ni controlar cada detalle del futuro. Aprendemos a dejar pasar como quien suelta hojas en un río, sin retenerlas, confiando en que cada cosa sigue su curso perfecto. Al vivir cada momento sin expectativas, sin esperar que sea distinto a lo que es, encontramos una paz profunda, porque dejamos de pelear con la realidad. Fluir no significa resignarse ni evadir, sino entregarse a la orquestación divina con gratitud, sabiendo que hay una sabiduría más grande que nos sostiene. En ese espacio de entrega, no hay nada que hacer, solo SER, respirando en el ahora, agradeciendo incluso aquello que no entendemos, porque sabemos que todo forma parte de un plan mayor que nos conduce a nuestra sanación y expansión interior.
"De Gira Por el Mundo"!
Por ahora en Chile
Para Información Sobre Mis Talleres y Charlas, o Eventos, por favor envíame un correo a magsophi@gmail.com
Con Amor ♥♥♥
Magdalena Grimaldi.®
lunes, 23 de junio de 2025
🌿 YO SOBREVIVÍ, YO ME LEVANTÉ
Esta es mi historia contada desde el alma, sin dramatismo ni culpa, con la verdad que he ido descubriendo a lo largo del camino. La escribo no para que me comprendan, sino para mirarme con amor, sin esconderme más. Porque cada parte de lo vivido merece ser integrada y honrada desde la conciencia.
Aquí estoy. Viviendo, sanando, y volviendo a mí.
Mi historia desde la neutralidad creativa
Nací el 20 de octubre de 1961, en Caracas, Venezuela.
Fui una niña inquieta, sensible y profundamente viva, pero también marcada desde muy temprano por la sensación de no ser vista con ternura.
Mi abuela prefería abiertamente a mi hermanita Anita, y a mí me decía que era “el demonio”, incluso me hacía la señal de la cruz con los dedos para ahuyentarme.
Yo no entendía por qué no me quería. Hoy sé que yo solo quería ser mirada, valorada, amada… como cualquier niña.
Mi forma de llamar la atención fue pelear, hacer travesuras, gritar lo que no sabía expresar en palabras.
Pero no fui entendida. Fui etiquetada.
Vivía con mis hermanas mayores, que me llevaban 10 y 12 años, y me trataban como su sirvienta pequeña. Me pedían cosas todo el tiempo, me mandaban, me humillaban.
Yo me refugiaba llorando en el baño, rogando que mi mamá llegara a defenderme.
💔 MI NIÑEZ ENTRE LUCES Y SOMBRAS
Mi madre me consentía a veces. Cuando estaba presente, yo sentía amor.
Con mi padre era distinto:
Nos ponía de rodillas contra la pared como castigo, y si girábamos la cabeza, nos empujaba, golpeándonos la frente con fuerza. Dolía.
Pero sobre todo dolía no poder hablar, no poder defenderme.
Esa niña aprendió a sobrevivir callando, complaciendo y resistiendo.
Jugué poco con mis hermanas por la diferencia de edad. Jugaba con Anita, la menor, y viví mis mejores momentos en El Junko, un club de golf en la montaña, donde sentí por fin libertad, alegría, aire puro y naturaleza.
Ahí mi alma respiraba.
👩❤️💋👨 RELACIONES Y LEALTADES
Me casé joven con Francisco, con quien tuve a Carolina.
Francisco me golpeaba. Viví violencia física por años.
Una parte de mí creía que eso era normal, que eso era amor.
Pero no lo era.
Carolina creció en medio de esos golpes y silencios.
Cuando Francisco murió, yo ya estaba casada con Gilberto.
Con él viví 18 años de una violencia más sutil pero igual de destructiva:
la ley del hielo, el control económico, la manipulación, el aislamiento, el miedo disfrazado de normalidad.
Tuvimos dos hijos: Ricardo y Gustavo.
Durante mucho tiempo creí que estaba haciendo lo correcto.
Cuidaba, daba todo, me anulaba por ser madre.
Consentí a Ricardo, cuidé a Gustavo, excluí sin querer a Carolina.
🚪 DESENCUENTROS FAMILIARES
Cuando decidí irme de Higuerote a Puerto Ordaz para protegerme de Gilberto, me llevé a los niños conmigo.
Pero ellos, a los 13 y 14 años, decidieron regresar con su padre.
Y Carolina, a los 15, se fue a vivir con mi madre porque no soportaba el maltrato que le dábamos Gilberto y yo.
Sí, yo también hice daño. No con intención, sino por ignorancia emocional, por dolor no sanado, por repetir lo aprendido.
Pero siempre actué desde el amor que conocía.
Después, mis hijos vivieron con Carolina, y luego con su abuela paterna.
En ambos casos hubo conflictos.
A veces pienso que nadie los protegió realmente.
Ni yo, ni los otros.
Y que en ese desamparo, todos quedamos heridos.
🌪️ EL DESGASTE EMOCIONAL Y LOS RECLAMOS
Con los años, mis hijos me han dicho frases que aún duelen:
Que nunca supe ser madre ni abuela.
Que siempre fui conflictiva.
Que me victimizo.
Que no los valoré.
Y sin embargo, yo sé mi verdad:
Sostuve todo sola.
Les di todo lo que tuve.
Fui madre con el alma rota, sí.
Pero nunca dejé de amarlos.
Gilberto se encargó de hablar mal de mí durante años.
Sembró juicios que ellos adoptaron como verdades.
Y hoy, aún adultos, ven solo lo malo.
🌞 MI DESPERTAR
Alrededor del 2010, después de separarme, empecé a respirar otra vez.
Disfruté mi independencia, mi tiempo, mi libertad.
Fui a India, me formé, medité, desperté dones, canalicé mensajes.
Comencé a ayudar a otros como terapeuta del alma.
Pero un día me di cuenta de que aún me dolía profundamente la distancia con mis hijos.
Seguía buscándolos, esperando que me llamaran, observando si me escribían.
Me dolía su frialdad, su silencio, su desinterés.
🕊️ HOY, DESDE LA NEUTRALIDAD CREATIVA
Hoy puedo decir que mi historia no me define, pero sí me formó.
Hoy ya no me culpo.
Ya no me justifico.
Ya no me hago pequeña para ser aceptada.
Mis hijos siguen lejos.
Mis hermanas no están en mi vida.
Pero yo estoy conmigo.
Y estoy con personas maravillosas que me aman tal como soy.
Ya no bloqueo ni manipulo para llamar la atención.
Ya no mendigo amor.
Ya no reacciono desde la herida.
Hoy elijo desde la conciencia.
🌸 YO ME ELIJO
Hoy me veo con compasión.
Honro a la niña, a la madre, a la mujer, a la terapeuta.
No necesito que ellos me validen.
Mi alma ya sabe quién soy.
Y esa verdad es suficiente.
💖 MI ADULTA PRESENTE Y EL AMOR QUE HOY SÍ ME NUTRE
Hoy ya no soy la niña que no fue vista.
Ya no soy la madre que se anula para que la amen.
Hoy soy mi adulta presente. La que se ve. La que se abraza. La que ya no se abandona.
Después de años de reconstrucción interior, llegué a Chile con el alma limpia, pero todavía en proceso.
Y fue aquí, un año después de haber llegado, que apareció Germán, un hombre maravilloso que vino a mostrarme que el amor también puede ser paz, ternura, respeto, admiración y presencia real.
Germán no quiso cambiarme. Me aceptó desde el principio tal como soy.
Y eso, para alguien como yo, fue profundamente sanador.
Me ha dado contención, comprensión, cariño y una presencia constante.
Nos casamos en el 2021, y desde entonces no ha dejado de ser mi compañero de vida, mi partner emocional, espiritual y humano.
Con él he aprendido que el amor no duele.
Que el amor no exige sacrificios.
Que se puede ser amada sin tener que ser perfecta.
Y que una vida compartida puede ser liviana, bella y profundamente verdadera.
🌿 HOY ME MIRO CON AMOR
No estoy completa porque alguien me completó.
Estoy completa porque yo me reconstruí.
Y desde ese lugar, el amor que llegó no fue una necesidad, sino una bendición.
No estoy completa porque alguien me completó.
Estoy completa porque yo me reconstruí con pedazos que antes no podía mirar.
Y aún así, sigo en proceso.
Todavía aparecen heridas.
A veces duelen.
Especialmente en los vínculos con mis hijos, donde tocan capas muy profundas de mi alma.
Pero ya no huyo de lo que siento.
Ahora me acompaño.
Ahora me abrazo.
Ahora me reconozco en medio del proceso, y eso… ya es libertad.
Sigo sanando, pero desde otro lugar:
Con amor, con herramientas, con consciencia, y sin exigirme perfección.
Hoy soy Magdalena Grimaldi.
Una mujer que sobrevivió a su historia y eligió escribirse de nuevo.
No para negar lo vivido, sino para vivirlo sin cargarlo más.
Hoy, por fin, yo me levanto desde el amor que sí me reconoce.
“Estoy en obra… pero ya no desde la herida, sino desde el amor que elijo darme cada día.”
Sigo en proceso. Aún hay heridas que duelen, pero ya no me rompen. Hoy me acompaño con amor, con presencia y con verdad. Comparto esto como un acto de liberación y también de gratitud por todo lo vivido. Porque sobreviví. Porque me levanté. Porque elegí seguir despertando, aunque duela.
Gracias por leerme desde el corazón.
Magdalena Grimaldi
Terapeuta del alma, madre, mujer en sanación continua.
+56 9 4296 2080
"De Gira Por el Mundo"!
Por ahora en Chile
Para Información Sobre Mis Talleres y Charlas, o Eventos, por favor envíame un correo a magsophi@gmail.com
Con Amor ♥♥♥
Magdalena Grimaldi.®
🌿 MI HISTORIA, VISTA DESDE LA CONCIENCIA
🌿 MI HISTORIA, VISTA DESDE LA CONCIENCIA
Nací en una familia donde cada miembro tenía su forma particular de amar y de sobrevivir.
Crecí en un entorno donde las dinámicas familiares dejaron huellas en mí, no como condena, sino como parte del mapa de mi alma.
En mi niñez, sentí lo que tantas niñas han sentido: que no era la favorita.
Mi abuela prefería a mi hermanita Anita y me llamaba “el demonio”, incapaz de ver en mí la niña tierna que solo quería ser mirada y abrazada.
Yo hacía muchas travesuras, buscaba atención como podía, y quizás a veces también hería porque no sabía cómo ser vista de otra manera.
Mis hermanas mayores, que me llevaban muchos años, me pedían cosas constantemente, me mandaban, y a veces me hacían pequeñas maldades.
En lugar de ser protegida, yo era tratada como un estorbo o una carga.
Muchas veces me refugié en el baño, llorando, esperando que mi mamá llegara para defenderme.
Mi madre, cuando estaba, me cuidaba con ternura.
Mi papá, en cambio, era severo. Los castigos eran físicos: arrodilladas contra la pared, y si volteábamos la cabeza, nos empujaba y nos golpeábamos la frente.
Así aprendí desde muy pequeña que el amor podía doler, y que para ser buena tenía que complacer.
⸻
💔 MIS PAREJAS, MIS LECCIONES
Mi primer esposo, Francisco, me golpeaba.
Viví violencia física en silencio, creyendo que tenía que resistir por amor o por deber.
Tuvimos una hija, Carolina, y cuando Francisco murió, yo ya estaba casada con Gilberto.
Con Gilberto viví otra forma de violencia: la psicológica.
La ley del hielo, el control económico, la invalidez emocional.
Durante 18 años estuve en esa relación, creyendo que debía sostener, que debía quedarme, que no había otra salida.
Él también prefería a Carolina por momentos, y luego le quitó ese lugar.
Yo, por mi parte, me centré en cuidar a Ricardo, y sin darme cuenta, también excluí a mi hija.
Cuando me fui de Higuerote a Puerto Ordaz, me llevé a los niños conmigo, intentando tomar distancia de Gilberto.
Pero al poco tiempo, Ricardo y Gustavo decidieron irse con su papá, y Carolina, a sus 15 años, se fue a vivir con mi mamá porque no soportaba el ambiente que vivíamos Gilberto y yo.
En ese momento, no entendía todo el dolor que les estaba causando, ni el dolor que yo también cargaba y que proyectaba.
Actué desde el amor que conocía, pero hoy reconozco que ese amor estaba lleno de heridas.
⸻
👩👧👦 SER MADRE EN MEDIO DE LAS SOMBRAS
Fui madre como pude.
Con lo que tenía, con lo que sabía.
Fui madre desde el dolor no sanado, desde el miedo, desde la necesidad de sentirme valorada.
Después de que mis hijos se fueron, vivieron con Carolina, y luego con su abuela paterna. En ambos casos tuvieron problemas y conflictos.
Hoy sé que no soy la única responsable de sus heridas, pero tampoco fui consciente de las mías a tiempo.
Sé que Gilberto hablaba mal de mí a mis hijos, y que muchas de sus percepciones están marcadas por sus palabras.
Ellos recuerdan lo malo, lo doloroso. Yo recuerdo que lo hice todo por amor.
Y eso, aunque duele, ya no me define.
⸻
🌞 MI DESPERTAR ESPIRITUAL
Mi despertar comenzó alrededor del 2010.
Después de estar sola, de haber dejado atrás relaciones dolorosas, empecé a disfrutar de mí.
Caminé, viajé, respiré, estudié, me formé, fui a India, conocí el silencio y la verdad interna.
Pensé que ya había sanado todo…
Pero no.
El dolor más profundo estaba debajo: el de no sentirme amada por mis hijos.
Me di cuenta de que seguía mendigando amor, buscaba señales, reacciones, respuestas.
Me dolía no ser vista por ellos. Me perdía revisando si me escribían.
Y aún así, nunca dejé de amarlos.
⸻
💖 MI PRESENTE, DESDE LA NEUTRALIDAD CREATIVA
Hoy entiendo que cada uno hizo lo que pudo con lo que tenía.
Que mis hijos tienen su historia, sus heridas, sus juicios, y su camino.
Ya no necesito que me comprendan para estar en paz.
Ya no me castigo por lo que hice o dejé de hacer.
Ya no busco validación donde no hay reciprocidad.
Sigo siendo madre, pero ahora desde otro lugar.
Sigo siendo hija, pero ya no desde la herida.
Sigo siendo mujer, pero ya no desde el vacío.
Hoy soy Magdalena Grimaldi: mujer, terapeuta del alma, madre de tres hijos, y sobreviviente de mí misma.
Tengo vínculos hermosos en mi vida. Solo mis hijos siguen distantes.
Y aunque eso me duele, ya no me destruye.
⸻
🌸 MI VERDAD HOY
No me abandono.
No me victimizo.
No necesito ser perfecta para merecer amor.
Lo di todo.
Y ahora me doy a mí.
"De Gira Por el Mundo"!
Por ahora en Chile
Para Información Sobre Mis Talleres y Charlas, o Eventos, por favor envíame un correo a magsophi@gmail.com
Con Amor ♥♥♥
Magdalena Grimaldi.®
Suscribirse a:
Entradas (Atom)